Según relató, la presidenta del organismo, Irene Dumrauf, le había asegurado que la medicación estaría disponible antes del turno médico, pero al llegar al hospital “le dijeron que la droga no estaba, por lo tanto no le iban a poder hacer el tratamiento”.
Ante la situación, Baser fue a la sede del INSSSEP para exigir respuestas. Allí, afirmó que fue retenido por personal de seguridad interna: “Uno de los cipayos de ella me ahorcó y me arrinconó en un lugar para que yo no me pueda movilizar”, relató. Pese a ello, decidió permanecer en el edificio hasta recibir confirmación de que su esposa ya estaba siendo medicada: “Yo no me voy a mover de acá hasta que mi esposa me diga que la droga está en el hospital y la están colocando”.
El dirigente responsabilizó directamente a las autoridades del organismo: “No estaban la droga en el hospital porque el INSSSEP no le paga a la droguería”. También advirtió sobre posibles represalias y llamó a otros afiliados a mantenerse alertas. “Hagamos algo por nuestra obra social porque corre mucho peligro en la mano de esta señora”, expresó, reclamando transparencia y previsibilidad en la provisión de medicamentos críticos.